
El mal trago de tres madres alcohólicas (El Mundo)
Fotografía: Javi Martínez
(CRÓNICA EL MUNDO) 300.000 MUJERES DE ENTRE 15 Y 64 AÑOS TIENEN UN CONSUMO DE ALCOHOL DE RIESGO.
- Ser madre alcohólica es una tortura. Para la mujer y para los hijos. Aquí contamos tres resurrecciones. Y cómo en un centro dirigido por adictos, Lucía, Mila y María han encontrado la terapia que las salva.
- El rol materno que les endosa la sociedad quedó pulverizado por su adicción. Esta es la historia de tres supervivientes
Lucía llegó a pedirle al ginecólogo que le adelantara el parto, que le sacara el niño de dentro. Porque no aguantaba más aquella sequía autoimpuesta y quería volver a consumir lo antes posible.
Mila entraba por la puerta de casa y se ponía la bata del marido muerto -concede ahora- para sufrir adrede, sentir la pena de la ausencia y así justificar lo que más deseaba en el mundo: abrir otra botella de vodka.
María cuenta que le montaba broncas al esposo de modo deliberado, sin venir a cuento, para provocar que su pareja se largara durante unas horas y así poder beber en paz…